Cáceres, 1 de diciembre de 2020.- Durante años en la provincia de Cáceres se vienen alzando voces en contra de la discriminación que, muchos dicen, sufre la geografía cacereña, sus gentes y sus empresas, con respecto a Badajoz, acusando también a la administración de ser partícipe de ese trato desigual. Sin embargo, el presidente del Circulo Empresarial Cacereño, Diego Arturo Hernández, considera que si “no somos capaces de despegar no es por esa causa, sino por la falta de unión del empresariado, a diferencia del de Badajoz, que van todos a una”.
En una entrevista a los micrófonos del programa “Hablando con FFranqueza” de Canal Extremadura Radio, Diego Hernández, ha señalado que no es lógico que una provincia con un tejido empresarial pobre como la cacereña tenga dos federaciones empresariales, una en Cáceres y otra en Plasencia, más el Círculo Empresarial Cacereño.
En su opinión, todas estas organizaciones deberían unirse “como una piña” y ser una voz única que pueda reclamar lo que a la provincia le corresponde en materia de infraestructuras, como es la llegada del tren de alta velocidad; las autovías de Cáceres-Badajoz y Navalmoral de la Mata-Castelo Branco, el aeródromo y un Pabellón de Ferias y Congresos, entre otras muchas cuestiones.
Destacó que, hoy por hoy, la única asociación con fuerza en el norte de Extremadura y la única organización empresarial que tiene “empresarios de verdad” es el Círculo Empresarial Cacereño, con 140 socios directos y 3.800 adheridos, con la última incorporación de ASEPREX, que adhirió 1.000 miembros más.
Y con toda esta fortaleza representativa, “llama la atención, señaló, que nadie de la patronal nos haya llamado nunca en estos dos años que llevamos de vida.
Además, resaltó Hernández, es la única asociación de empresarios donde todos sus miembros tienen empresas, porque “hay otras organizaciones de empresarios en la que no todos tienen empresas y lo único que quieren es agarrarse al sillón”.
El empresariado de Cáceres, en su opinión, debe perder el miedo a “alzar la voz”, en Cáceres hay temas que “no se pueden tocar” como la mina de litio y el centro de Buda porque “hablar de ellos, sobre todo de la mina, es ponerse a todo el mundo en contra”.
Diego Arturo Hernández ha aprovechado su entrevista en el programa “Hablando con Ffranqueza” para hacer un repaso sobre el tejido empresarial de la provincia, y cómo está siendo la incorporación de la mujer al mundo de la empresa. Según dijo, el 70 por ciento de las nuevas incorporaciones de 2020, ha sido mujeres, aunque “todavía se nota la brecha de género dentro del Círculo”, una brecha que habrá que ir cerrando, dijo.
Sobre la crisis económica que se está viviendo a nivel global, derivada de la crisis sanitaria, Hernández manifestó que se podrá salir de ella “con mucho trabajo y constancia”, y sobre todo teniendo procesos de producción flexibles que permitan adaptarse a las nuevas circunstancias.
En este sentido, recordó como su empresa familiar, ahora liderada por la tercera generación, y que fundó su abuelo en los años 30 del pasado siglo, “Grúas Eugenio”, “cogió su maquinaria en la crisis de 2007 y atravesaron el Estrecho de Gibraltar con ella” para hacer obras en Mozambique
Hoy, Grúas Eugenio es un referente en este país como en Marruecos y Sudáfrica, “de hecho el 25 por ciento de nuestra actividad se desarrolla en el continente africano”.
La flexibilidad de esta empresa está más que demostrada cuando sus grúas tan pronto levantan un puerto en Huelva, construyen una Planta Solar en Mozambique o participan en rodajes de cine de Hollywood y Bollywood en Marruecos.
El presidente del Círculo Empresarial Cacereño ha manifestado que sueña con tener en dos décadas una provincia con un rico entramado empresarial y con las infraestructuras necesarias para que los jóvenes recién titulados no tengan que irse fuera con la consiguiente fuga de cerebros.
En este sentido, ha destacado el convenio que tiene suscrito el círculo con la Universidad de Extremadura para que los jóvenes universitarios puedan aplicar sus conocimientos en las empresas, aportando ese valor añadido de sus nuevos conocimientos y su forma de entender el mundo.
Las infraestructuras, insistió, son fundamentales, no es lógico que una persona en Madrid tarde dos horas en llegar a Casablanca, y que, desde Cáceres, tardemos un día. “Si una persona tarda en llegar todo un día imagínate lo que tardan en llegar las mercancías”.